miércoles, 13 de enero de 2010

Diario de viaje

Partimos de la idea que tuvimos hace um tiempo de aL final de la muestra poner um tablero, uma mesa com el dibujo de latinoamerica com soja, encima de eso vasitos com plantines, como si fuere la Amazônia. La Idea era que cada uno que pasaba por la muestra podia llevarse um plantin. Asi a lo largo de los dias eso iba a ir quedando vacio de plantas, e iba a ir apareciendo el mapa lleno de soja. Lo que veniamos charlando e intentando cerrar em nuestras cabezas era qué queríamos decir com eso, o sea, el mensaje es que están desmatando el amazonas para al fin implantar la soja. Ahora bien, quienes desmatan no es la gente, el pueblo, sino las grandes empresas multinacionales. En este punto estaba la primera contradicción de la idea, porque en este caso iba a ser la gente quien se llevase. Pero bueno, pensamos era simbolico, para mostrar que aunque se llevan de a poquito y no se nota, se va sumando y no va a quedar nada. Ahora, charlando, ampliábamos esta idea pensando en que eso es lo que veníamos viendo, pensando y sintiendo desde que entramos en la región del Beni, en Bolivia, “las pampas bolivianas”. Esperando en algún momento llegar a la amazonia, esa que ya no está. Los kilómetros pasaban y cada vez mas íbamos comprendiendo esa triste realidad de campos desmatados y quemados, las grandes estancias ganaderas; los quesos y leches tan ricos que comimos nos contaban la historia del amazonas que ya no estaba, eran su rastro. Sintiendo todo el tiempo que íbamos detrás de él, que estaba pero no estaba; que había estado hace poquito ahí, se lo sentía huyendo , oculto, latente…
De ahí surgieron frases como “Bolivia está que arde”, sintiendo que tenia “mucho potencial”, que ya había sido puesto el “el ojo” sobre ella, y eso nos anunciaba lo peor. Sintiendo su destrucción pero no atreviéndonos casi ni a decirlo, solo pensarlo producía una extraña sensación de angustia e impotencia.
Así, poniendo las esperanzas de encontrar la amazonia. Llegar a Porto Velho solo viendo la amazonia pasando en camiones gigantes, bien cargados… que frustración, que angustia, que bronca…
En Porto Velho encontramos la hidroeléctrica y toda su historia que de a poco vamos conociendo cada vez más.
“casualmente” nosotros hemos venido siguiendo nuestra ruta, desde la naciente del rio madeira, en las cumbres nevadas de Sorata, Bolivia. Con diversos nombres hasta ser el mismísimo rio madeira sobre la vera del cual estamos ahora. Es como que vinimos siguiendo su historia… su nacimiento, su trayectoria y…la hidroeléctrica, el fin, no solo del rio sino de la amazonia misma. La usina es el punto donde se unen todos los cabos sueltos de esta historia que veníamos siguiendo desde su comienzo.
Nace en las altas cumbres de pueblos agrícolas y pastoriles. Pueblos que trabajan la tierra hasta los 4.000 m.s.n.m, naturalmente, coexistiendo con la naturaleza; viviendo de y con ella, desde tiempos inimaginables.
Nace de hielos y baja como agua fresca de manantial, limpia, clara, transparente. Los primeros residuos que recibe son los desechos cloacales de esos primeros pueblos como Sorata. Más abajo, mucho más abajo, pero alto también, comienzan los desechos de la producción minera(que no es tan danina como en argentina). En Bolivia “solo” dinamitan montanas, ahí cae todo por los ríos, a la margen de los cuales se van asentando los buscadores de oro. Se va uniendo con el rio LaPaz, Yata… se transforma en el rio Beni en Rurrenabaque. Ahí comienzan las “estancias”, las “pampas”. Luego en Riberalta se une con el rio Madre de Dios que viene de peru, pasa a llamarse rio Mamore , para finalmente recibir el nombre de rio madeira.
Al pasar por pueblos como Jaci-Parana y enterarnos de que van a ser zonas inundadas por las represas hidroeléctricas, fuimos entendiendo la idea de que no solo seria más energía, sino que detrás de todo esto estaba la “HIDROVIA” que unirá Peru, Bolivia y Brasil, comunicando el corazón de la amazonia al resto del mundo. Abriendolo, extrayéndole todo lo que queda en él, para luego dar el golpe final: la soja.
“EL PRESENTE YA PASO”
Esa es la frase para todo esto, para esa obra. Esto que nosotros estamos viendo ahora fue planeado hace mucho tiempo, y ahora mientras nos percatamos seguramente ya están en otro lado…”siempre corriendo detrás de la perdiz”…
Hablando ahora, teniendo frente a nuestros ojos la bolsa de arpillera de fertilizantes bunge que vengo cargando desde que sali de casa(las pampas argentinas), comenzamos a entender eso que veníamos sintiendo sin lograr explicar con palabras. Partimos de la soja y llegamos a ella. Partimos de esa bolsa de fertilizante que nos venden como carne; o, lo que es igual, de esa bolsa de “carne argentina” que no es más que puro fertilizante, producto de la nueva dieta a la que someten a las vacas en nuestro país, alimentos “balanceados”…crecimiento o desarrollo[i], que es lo que buscamos?
así, hicimos todo el recorrido, y llegamos a ver el comienzo del fin aquí, frente a nuestros ojos. En el norte de Bolivia vimos como “las pampas” están tan naturalizadas, como si siempre hubiesen estado ahí; y vemos ahora, aquí, el paso previo a eso. El principio de “las pampas rondonienses”. Y la soja que en cada ladrillo de la usina la sentimos mas próxima…
[i] 4 La naturaleza está fuera de nosotros (Eduardo galeano)
En sus 10 mandamientos, Dios olvidó mencionar a la naturaleza. Entre las órdenes que nos envió desde el monte Sinaí, el Señor hubiera podido agregar, pongamos por caso: "Honrarás a la naturaleza de la que formas parte". Pero no se le ocurrió. Hace cinco siglos, cuando América fue apresada por el mercado mundial, la civilización invasora confundió a la ecología con la idolatría. La comunión con la naturaleza era pecado. Y merecía castigo. Según las crónicas de la Conquista., los indios nómadas que usaban cortezas para vestirse jamás desollaban el tronco entero, para no aniquilar el árbol, y los indios sedentarios plantaban cultivos diversos y con períodos de descanso, para no cansar a la tierra. La civilización que venía a imponer los devastadores monocultivos de exportación no podía entender a las culturas integradas a la naturaleza, y las confundió con la vocación demoniaca o la ignorancia. Para la civilización que dice ser occidental y cristiana, la naturaleza era una bestia feroz que había que domar y castigar para que funcionara como una máquina, puesta a nuestro servicio desde siempre y para siempre. La naturaleza, que era eterna, nos debía esclavitud. Muy recientemente nos hemos enterado de que la naturaleza se cansa, como nosotros, sus hijos, y hemos sabido que, como nosotros, puede morir asesinada. Ya no se habla de someter a la naturaleza, ahora hasta sus verdugos dicen que hay que protegerla. Pero en uno u otro caso, naturaleza sometida y naturaleza protegida, ella está fuera de nosotros. La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo.

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